domingo, 12 de mayo de 2013

Y TU MAS


En general, considero la televisión una enorme bazofia y un perfecta herramienta de manipulación, para que os voy a engañar.
No obstante, como la gran mayoría de los mortales (admiro a quienes no tienen esa necesidad), encuentro en ella compañía, distracción, ruido... no sé, lo que sea. ¡Intento incluso hasta encontrar información!
Debo reconocer que me decanto mucho por la Sexta en lo que a información se refiere. Y no porque sean del todo objetivos, sino porque es una cadena en la que se pueden ver noticias que en ningún otro sitio se ven y contadas y analizadas de una forma diferente a como se muestran en el resto de las televisiones. Y todo ello sin abusar, todo hay que decirlo, pues sólo si ves, analizas y comparas puedes decidir y elegir.
Bueno, a lo que iba.
Por aquello de la competencia, creo yo, resulta que los sábados por la noche (un día estupendo para que se lo pierdan el 90% de los jóvenes), hay sendos debates tanto en Tele 5 como en la Sexta. Tele 5 nunca ha sido de mi devoción por lo que, normalmente, si la compañía me lo permite o carezco de ella, suelo ver más bien “La Sexta Noche”.
Sin embargo, ayer me enteré por Tweeter de que en “El Gran Debate” de Tele 5, intervenían Alberto Garzón, Julio Anguita y Ada Colau, que son tres personas a las que me gusta mucho oír hablar. A Alberto por su frescura, ilusión, juventud y, aun a pesar de ella, por su preparación. A Ada por su tesón, coherencia y valor. A Anguita... ¡que decir de Anguita!, sin duda alguna, dada su madurez y experiencia, por todos los sustantivos anteriores a los que además debo sumar su inmensa sabiduría. ¡Me encantó verle defendiendo nuestra Constitución! Esa “madre” a la que nadie, ni siquiera la Justicia, parece tener ya interés en defender.
La cuestión es que, por aquello de la publicidad y la facilidad que el mando a distancia nos confiere para cambiar de una a otra ¿realidad?, cambié varias veces de uno a otro programa. Mi sorpresa fue que, en ambos, los temas a debate y los #hadstag de participación eran muy similares, cuando no los mismos. ¡Normal!, diréis, ¡son los temas de actualidad!. Sí, vale, hasta ahí de acuerdo.
Todos los temas que se abordan tienen una relativa actualidad y es normal que se debatan pero la cuestión es que, en resumen, la sensación que yo tuve fue que, hablarán de lo que hablarán, los tertulianos defensores de los dos partidos mayoritarios, terminaban cayendo en un cruce de acusaciones. Y es por eso por lo que creo que los hadstags tan variados que iban apareciendo para comentar, podían haberse simplificado -tanto en uno como en otro programa- en un único hadstag: #Ytumas.
Además -o, tal vez, yo estaba ayer muy sensible- me pareció un bochornoso espectáculo ver como el debate en Telecinco, por momentos, parecía más el gallinero de Gran Hermano o de Sálvame que un medio de trasladar la sensibilidad política a la sociedad. ¡Y luego no querrán que nos desencantemos con nuestros representantes!, ¿o es que sí?, ¿o es que algunos medios de comunicación también lo pretenden? ¿o es que por tener audiencia vale todo?.
Conclusión, me estaban volviendo loca, apague la Tele y me fui a dormir, no sin antes sacar dos conclusiones de lo poco que fui viendo durante mi -merced al coñazo de la publicidad- noche de zapping:
  1. Frente al absoluto desastre económico y social que estamos viviendo hoy en día, el principal argumento del PP es el PSOE y el principal argumento del PSOE es el PP. Está visto que se dan cuenta de que empieza a calar el fracaso social de este sistema pero, en vez de encontrarle una solución, no escatiman medios en que cada día lo confirmemos más.
  2. Tanto al PSOE como al PP, les ponen muy nerviosos las formas y los argumentos de los movimientos sociales.
Y ahora podéis llamarme roja, comunista, izquierdosa, nazi, perroflauta, terrorista, fascista o lo que me queráis llamar pero intento sumarme a los que creo que se alinean del lado de la justicia social, la democracia, la verdad, la transparencia, la razón y, por encima del interés meramente económico y egoísta, el verdadero bienestar de la mayoría de los ciudadanos que conforman esta sociedad.
Y todo ello -mal que les pese a quienes lo quieren criminalizar- sin utilizar nada más que herramientas pacíficas y legítimas según nuestra Constitución y los tan traídos y llevados Tratados Internacionales.
Por eso y porque creo que estamos en el buen camino. Vuelvo a decir hoy desde mi blog: #12M #sisepuede #Todosjuntos y en un mismo barco, porque este sistema no funciona bien y lo podemos y debemos arreglar desde nuestra participación, unión y cooperación.

jueves, 9 de mayo de 2013

EL 15M EN MI BARRIO

Hace unos meses -casi un año ya- que tuve la oportunidad de tomar contacto con la Asamblea 15 M de mi barrio.

Tenía gran curiosidad por conocer qué eran y cómo funcionaban estas Asambleas de barrio pero también tengo que decir que acudí a ella como fruto de mi necesidad de aportar algo a esta lucha que muchos mantenemos a favor de la justicia social y en contra de todo aquello que, lamentablemente, cada día nos aleja más de esa ¿utopia? que tanto deseo.
Allí me encontré con un puñado de gente de lo más variopinta. Desde algún joven estudiante hasta señores mayores jubilados; desde funcionarios hasta parados pasando por trabajadores; algún médico, algún abogado, algún autónomo, varios profesores, etc. No de todos ellos he llegado a conocer su ocupación.
Todos los sábados por la mañana -haga frío, haga calor o caigan chuzos de punta- se reúnen en alguna de las plazas del barrio. Van cambiando de plaza -aproximadamente cada mes- pues es su intención que todos los vecinos les sientan próximos y tengan la oportunidad de participar y conocer, al igual que ellos, los problemas que tan directamente a todos los ciudadanos nos atañen.
Llevan haciéndolo así, con tesón, casi dos años, el tiempo transcurrido desde que, aquel primer 15 de mayo, tuvo lugar el singular acontecimiento de reivindicación y lucha que trascendió incluso más allá de nuestras fronteras. Algunos de ellos habían participado en aquellas acampadas, otros, se incorporaron -nos incorporamos- después pero su razón de ser, la de todos, la misma ilusión: la posibilidad de un mundo mejor, más justo y más humano para todos o al menos para la mayoría.
Entre sus miembros hay varios que, además de participar en estas reuniones semanales, participan también en otros movimientos, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hasta los que trabajan en la Auditoría de la Deuda, pasando por Amnistía Internacional o la Cumbre Social, por poner sólo algunos ejemplos.
Cada sábado, alguien se ocupa de moderar y otro de tomar nota -en una acta que luego se hace llegar a todos- de cuanto allí se habla, se decide o acontece; ni siquiera hace falta saber hacerlo, sólo querer. 
Su principal herramienta, un megáfono que, pasando de mano en mano, va retransmitiendo las experiencias y opiniones de quien quiera o tenga algo que manifestar. Se abren debates, se toman posturas y se acuerdan acciones o posibles actuaciones en relación con tantos y tantos temas de interés social – no solo de nuestro país o nuestra Comunidad Autónoma- que sería incapaz de poder llegarlos a enumerar.
Normalmente, en la Asamblea del sábado anterior, se ha propuesto un tema principal decidido entre las diversas propuestas por votación y, el sábado siguiente, acude gente preparada o simplemente gente que lo conoce de primera mano porque le que toca más directamente
Muchas de esas acciones que se decide llevar a cabo, se concretan en posibles apoyos a actuaciones de otros grupos, no sólo de los grupos que coordinados con ellos giran en torno al 15M, sino también en apoyo de luchas individuales sobre temas de interés social que han tenido lugar. Y esto es así, tanto, por ejemplo, en relación a la dependencia, como de apoyo a los colectivos sanitarios por una salud y una educación pública y universal, víctimas del metro o cualquier otra llamada social a la que se pueda aportar solidaridad.
La forma de adoptar acuerdos cuando es la Asamblea -como tal- la que decide decantarse por apoyar -o no- determinadas acciones, sale siempre del debate y la votación; la mayoría de los presentes, decide. Si es un asunto que pueda tener una mayor transcendencia, se intenta darle una mayor publicidad para que todo el que quiera se pueda manifestar; para ello cuentan con las redes sociales y canales de comunicación. Por supuesto que no todos estamos de acuerdo en apoyar las mismas cosas pero, si la mayoría lo decide, la Asamblea se manifiesta como tal y en el caso de que se decida no hacerlo, cada uno opta a nivel personal desde su conciencia, pues son siempre ésta y la solidaridad sus principales argumentos.
Allí he conocido, sobre todo, gente comprometida, personas pacíficas y seres humanos preocupados por el dolor y el sufrimiento de los demás. Personas que entregan parte de su tiempo y de su vida a la lucha por los derechos de todos.
Hace ya un tiempo que no acudo a las reuniones –ellos son más sacrificados, comprometidos y luchadores que yo- aunque no dejo de seguirles por internet y –egoístamente, también- de recibir información de todo por lo que están preocupados, en función de las noticias oficiales o de sucesos que pretenden que no sean tan oficiales pero que nunca dejan de fluir por sus medios internos y externos de comunicación. Y siempre que puedo apoyar alguna de las causas justas para las que piden solidaridad, acudo para, al menos, ser una persona más a sumar.
Que queremos cambiar el sistema, eso está claro para todos los que, de una u otras forma, apoyamos este tipo de movimientos. Que no todos pensamos de la misma forma en cuanto a cómo hacerlo realidad, también.
Seguramente, no soy la persona más indicada para hablar del 15 M ni para pedir compromiso pero no quería dejar pasar esta ocasión en que estamos en vísperas de celebrar el 2º aniversario desde su inicio, para contaros mi experiencia personal.
Y también, en base a mi propia experiencia personal, para pediros que acudáis a las manifestaciones programadas para el día 12 de mayo, no en apoyo del 15 M, sino en defensa de la libertad, de la democracia, de la solidaridad y para luchar por un mundo más justo y mejor para todos.
No voy a decir el nombre de la Asamblea de mi Barrio -que es de la que hablo -porque no he consensuado con ellos mi opinión ni mi intención pero espero y deseo que todo lo que surgió de aquel 15 M, sea más o menos así. Tal vez yo tuve suerte y encontré a los mejores pero no creo que sea así.
!Que derechas, ni que cojones! Es cierto que la mayoría no se definirán como católicos ni como cristianos pero también estoy segura de que, el 99%, tampoco necesitarán confesarse el próximo domingo.
Os deseo amor y solidaridad a todos.


domingo, 5 de mayo de 2013

CON LA BOCA ABIERTA


Cuando oigo a las élites del Partido Popular diciendo que son fascismo, terrorismo y nazismo los escraches -absolutamente pacíficos- de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a sus parlamentarios, cuando tan solo pretenden que aquellos voten la Ley Hipotecaria de acuerdo a su conciencia y a las necesidades de los ciudadanos que les eligieron y no sometidos a una disciplina de partido -de la que no habla nuestra constitución-, me quedo con la boca abierta.
Cuando veo que en Televisión Española, en el informativo 24 horas -que muchos solíamos ver para informarnos de las noticias en cualquier momento libre del fin de semana- retransmiten en directo un debate (a tres bandas: Gallardón, Cospedal y Alonso) sobre representación parlamentaria -doctrina del partido popular y para el partido popular- con intención absolutamente manipuladora, me quedo con la boca abierta.
Cuando en ese mismo debate oigo a Gallardón decir que nuestros padres (¿su padre? ¿su abuelo?) han luchado por la democracia que ahora el pueblo soberano cuestiona como bien muestran las estadísticas del CIS, me quedo con la boca abierta.
Cuando oigo a Esperanza Aguirre diciendo que hay que acabar con el déficit privatizando los servicios públicos mientras ella, como la mayoría de nuestros políticos, colocan a dedo a sus familiares y amigos en puestos públicos de asesores que pagamos todos, me quedo con la boca abierta.
Cuando veo en "Salvados" el indecente comportamiento del PP de la Comunidad Valenciana ante la tragedia de metro que costó la vida, nada más y nada menos que a 43 personas y pienso que nos hemos tenido que enterar de la injusticia cometida -sobre todo los propios valencianos- después de siete años y por un programa de Televisión que parece ser al único que preocupa decir la verdad, me quedo con la boca abierta.
Cuando veo a Cotino respondiendo a la llamada de Jordi Evole y negando la evidencia de que era él quien llamaba y sin querer -de ninguna de las maneras- dar algún tipo de explicación a la sociedad valenciana y a las familias de aquellas 43 víctimas y veo que, a pesar de todo, sigue y seguirá cobrando de nuestros bolsillos y presidiendo una de nuestras Instituciones, me quedo con la boca abierta.
Cuando oigo a Paco Marhuenda diciendo en un debate de la Sexta que el PP es heredero de la UCD cuando todos sabemos que es heredero de Alianza Popular, que fue a su vez heredero del franquismo más oportunista y sin que nadie se lo cuestione, me quedo con la boca abierta.
Cuando oigo a los Sindicatos decir que el hecho de que Rajoy se reúna con ellos y los empresarios es en respuesta a las manifestaciones del primero de mayo, después de más de un año de movilizaciones permanentes, desde todos los ámbitos sociales, mucho más multitudinarias que la del último 1 de mayo (por ejemplo el 29 de julio, el 15 de septiembre o el 14 de noviembre) en las que se nos ninguneó a todos, ellos incluidos, me quedó con la boca abierta.
Cuando veo al Partido Socialista Obrero Español intentando convencernos de que son capaces de hacer lo que no fueron capaces ni quisieron cuando tuvieron el poder y después de pactar con el PP para cambiar nuestra Constitución y entregar nuestra soberanía a Europa (a Alemania), me quedo con la boca abierta.
Cuando los dos partidos mayoritarios -que llevan años alternándose en el poder y legislando a la medida de sus intereses-, e incluso el Rey, hablan ahora de pacto de Estado, me tiemblan las piernas.
Cuando pienso en todas las personas que creen sus mentiras, toleran sus traiciones y se limitan a esperar un puesto de trabajo precario, sin derechos y sin dignidad, y cuando salgo a la calle a defender sus derechos pero no encuentro en ella a los 6.200.000 parados por los que lucho, me dan ganas de llorar.
Cuando veo a los pocos movimientos sociales que pretenden cambiar este sistema -que es claro que no funciona bien- dividiéndose, enfrentándose y criticándose sin capacidad de construir una alternativa que sólo podría salir adelante desde la unión y la solidaridad, me quedo muerta.
Y cuando cierro la boca, me enjuago los ojos y relajo mi temor y mi indignación, me pregunto: ¿cuanto más vamos a tener que seguir abriendo la boca?
Este Gobierno que logró la mayoría absoluta con mentiras y que sigue mintiendo y ocultando una corrupción que cada día es más evidente nos sacará de la crisis, como cualquier otro Gobierno de Europa, cuando quienes decidieron que empezara, decidan que tiene que acabar. Para entonces ¿que precio habremos pagado? Yo lo veo claro: sumisión, esclavitud, manipulación, y mentira. ¿Viviremos la farsa cuál si de un mundo feliz se tratara?. 
Nada como conseguir que lo aceptemos y llevamos muy buen camino.