A
menudo me pregunto que le pide la gente a un político y qué es lo
que espera conseguir cuando vota y les otorga su confianza.
Y
no es que lo diga hoy por casualidad. Lo digo a cuenta de toda la
mierda que cada día salpica más al Partido Popular.
Están
en todas las fiestas: desde la Gürtel, hasta el triste y doloroso
caso Noos, con Urdangarín a la cabeza y las cúpulas valenciana y
balear hasta los ojos de irregularidades o delitos, pasando por el
caso Bárcenas y sin dejar de mencionar la vergüenza de Halloween,
la indecencia de las privatizaciones de la sanidad y todos los demás
proyectos de expropiar al pueblo en su beneficio.
Y
lo peor de todo es que los ciudadanos están ciegos porque no quieren
ver. Lo peor de todo es que esto se conocía ya antes de las
últimas elecciones; antes de las elecciones generales y antes
incluso de las elecciones autonómicas en Valencia. Y en ambas, con
todo y con eso, consiguieron mayoría absoluta. No es que les votasen
sus incondicionales o los que se consideran de su misma categoría
social, es que obtuvieron millones de votos ciegos, inocentes o
ignorantes.
La trama Gürtel estaba ya siendo investigada y tanto
con el caso Camps, en el que la corrupción se veló tras un jurado
popular -ya que, si las estadísticas no fallan, tenía todas las de
ganar el juicio, no así la solvencia-, como con el caso Matas -creo
que incluso condenado ya-, se iba demostrando que hay una importante
parte de la cúpula del Partido Popular -para más inri, ambos
mentados por ésta como ejemplo de modelo de hacer política-, que
estaba de mierda hasta las orejas y aun así, el pueblo les eligió.
Claro
que la mayoría se conforma con escucharles decir que todo es
mentira, que están limpios y que, en todo caso, el que la haya hecho
la pagará, para confiar en ellos. ¡No sé -con el número de
políticos que está a día de hoy imputado en casos de corrupción-
a que pruebas se remiten para tal temeridad!.
Que
me perdonen pero no lo puedo entender.
Después
de ver cientos de videos en los que se ve mintiendo descaradamente a
todos y cada uno de ellos cuando se presenta la ocasión; cantidad de
grabaciones en las que decían lo que no eran ni iban a hacer y que,
sin embargo, no tardaron ni un mes en anunciar que aunque no lo son,
curiosamente, sí iban a hacelo; después de ver cómo emponzoñaban
a sus contrarios por lo que habían hecho y pensaban seguir haciendo
y de haber comprobado que lo que negaron -y mucho que callaron- está
siendo ahora orquestado al son únicamente de su batuta; después de
presenciar la comedia de Esperanza Aguirre al dejar la Comunidad de
Madrid -¿alguien creyó que tenía que ver con su enfermedad?-,
después de Bankia y el morro de Rodrigo Rato, después de la
amnistía fiscal; ahora llega el momento de creerse que el Partido
Popular es un Partido dirigido por gente íntegra, digna, honrada y
sincera y que sus militantes y los ciudadanos pueden estar
tranquilos.
Allá
cada cual con su conciencia. A mi, ni me engañaron ni me convencen y
tampoco me sirve que pidan perdón. Lo único que acepto a estas
alturas es que en este país exista responsabilidad política. Y, si
ellos no tienen la dignidad inherente a su condición para asumir sus
errores o sus culpas, dimitir y dejar el puesto a otros que sí
posean esa condición, tendrá que ser el pueblo soberano quien se
una en la calle o en la red, de una vez por todas, y encuentre la
fórmula adecuada para ello.
Yo
creo que deberíamos exigir dimisión y elecciones ya y no esperar tres años más a que acaben con todo.
Y también creo que
deberíamos elegir a quien se comprometa a poner la responsabilidad,
la decencia y la dignidad política por encima de cualquier otro
compromiso; a quien se comprometa a cambiar el sistema de forma que el pueblo mantenga el poder de su soberanía cada día
y no cada cuatro años.
Y
que no nos vengan con coplas ni Felipe González ni Rubalcaba, que
ya, tampoco cuela.
No tienen verguenza de ningun tipo, solo buscan su lucro personal y el de sus familias, y son insaciables La pena se que solo cuando tengamos su bota sobre nuestras cabezas nos rebelaremos.
ResponderEliminarEfectivamente, ni tienen vergüenza ni la conocen. Nacieron con la ambición por bandera y si les dejamos, efectivamente, nos pisarán las cabezas. Un besito
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