jueves, 9 de mayo de 2013

EL 15M EN MI BARRIO

Hace unos meses -casi un año ya- que tuve la oportunidad de tomar contacto con la Asamblea 15 M de mi barrio.

Tenía gran curiosidad por conocer qué eran y cómo funcionaban estas Asambleas de barrio pero también tengo que decir que acudí a ella como fruto de mi necesidad de aportar algo a esta lucha que muchos mantenemos a favor de la justicia social y en contra de todo aquello que, lamentablemente, cada día nos aleja más de esa ¿utopia? que tanto deseo.
Allí me encontré con un puñado de gente de lo más variopinta. Desde algún joven estudiante hasta señores mayores jubilados; desde funcionarios hasta parados pasando por trabajadores; algún médico, algún abogado, algún autónomo, varios profesores, etc. No de todos ellos he llegado a conocer su ocupación.
Todos los sábados por la mañana -haga frío, haga calor o caigan chuzos de punta- se reúnen en alguna de las plazas del barrio. Van cambiando de plaza -aproximadamente cada mes- pues es su intención que todos los vecinos les sientan próximos y tengan la oportunidad de participar y conocer, al igual que ellos, los problemas que tan directamente a todos los ciudadanos nos atañen.
Llevan haciéndolo así, con tesón, casi dos años, el tiempo transcurrido desde que, aquel primer 15 de mayo, tuvo lugar el singular acontecimiento de reivindicación y lucha que trascendió incluso más allá de nuestras fronteras. Algunos de ellos habían participado en aquellas acampadas, otros, se incorporaron -nos incorporamos- después pero su razón de ser, la de todos, la misma ilusión: la posibilidad de un mundo mejor, más justo y más humano para todos o al menos para la mayoría.
Entre sus miembros hay varios que, además de participar en estas reuniones semanales, participan también en otros movimientos, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hasta los que trabajan en la Auditoría de la Deuda, pasando por Amnistía Internacional o la Cumbre Social, por poner sólo algunos ejemplos.
Cada sábado, alguien se ocupa de moderar y otro de tomar nota -en una acta que luego se hace llegar a todos- de cuanto allí se habla, se decide o acontece; ni siquiera hace falta saber hacerlo, sólo querer. 
Su principal herramienta, un megáfono que, pasando de mano en mano, va retransmitiendo las experiencias y opiniones de quien quiera o tenga algo que manifestar. Se abren debates, se toman posturas y se acuerdan acciones o posibles actuaciones en relación con tantos y tantos temas de interés social – no solo de nuestro país o nuestra Comunidad Autónoma- que sería incapaz de poder llegarlos a enumerar.
Normalmente, en la Asamblea del sábado anterior, se ha propuesto un tema principal decidido entre las diversas propuestas por votación y, el sábado siguiente, acude gente preparada o simplemente gente que lo conoce de primera mano porque le que toca más directamente
Muchas de esas acciones que se decide llevar a cabo, se concretan en posibles apoyos a actuaciones de otros grupos, no sólo de los grupos que coordinados con ellos giran en torno al 15M, sino también en apoyo de luchas individuales sobre temas de interés social que han tenido lugar. Y esto es así, tanto, por ejemplo, en relación a la dependencia, como de apoyo a los colectivos sanitarios por una salud y una educación pública y universal, víctimas del metro o cualquier otra llamada social a la que se pueda aportar solidaridad.
La forma de adoptar acuerdos cuando es la Asamblea -como tal- la que decide decantarse por apoyar -o no- determinadas acciones, sale siempre del debate y la votación; la mayoría de los presentes, decide. Si es un asunto que pueda tener una mayor transcendencia, se intenta darle una mayor publicidad para que todo el que quiera se pueda manifestar; para ello cuentan con las redes sociales y canales de comunicación. Por supuesto que no todos estamos de acuerdo en apoyar las mismas cosas pero, si la mayoría lo decide, la Asamblea se manifiesta como tal y en el caso de que se decida no hacerlo, cada uno opta a nivel personal desde su conciencia, pues son siempre ésta y la solidaridad sus principales argumentos.
Allí he conocido, sobre todo, gente comprometida, personas pacíficas y seres humanos preocupados por el dolor y el sufrimiento de los demás. Personas que entregan parte de su tiempo y de su vida a la lucha por los derechos de todos.
Hace ya un tiempo que no acudo a las reuniones –ellos son más sacrificados, comprometidos y luchadores que yo- aunque no dejo de seguirles por internet y –egoístamente, también- de recibir información de todo por lo que están preocupados, en función de las noticias oficiales o de sucesos que pretenden que no sean tan oficiales pero que nunca dejan de fluir por sus medios internos y externos de comunicación. Y siempre que puedo apoyar alguna de las causas justas para las que piden solidaridad, acudo para, al menos, ser una persona más a sumar.
Que queremos cambiar el sistema, eso está claro para todos los que, de una u otras forma, apoyamos este tipo de movimientos. Que no todos pensamos de la misma forma en cuanto a cómo hacerlo realidad, también.
Seguramente, no soy la persona más indicada para hablar del 15 M ni para pedir compromiso pero no quería dejar pasar esta ocasión en que estamos en vísperas de celebrar el 2º aniversario desde su inicio, para contaros mi experiencia personal.
Y también, en base a mi propia experiencia personal, para pediros que acudáis a las manifestaciones programadas para el día 12 de mayo, no en apoyo del 15 M, sino en defensa de la libertad, de la democracia, de la solidaridad y para luchar por un mundo más justo y mejor para todos.
No voy a decir el nombre de la Asamblea de mi Barrio -que es de la que hablo -porque no he consensuado con ellos mi opinión ni mi intención pero espero y deseo que todo lo que surgió de aquel 15 M, sea más o menos así. Tal vez yo tuve suerte y encontré a los mejores pero no creo que sea así.
!Que derechas, ni que cojones! Es cierto que la mayoría no se definirán como católicos ni como cristianos pero también estoy segura de que, el 99%, tampoco necesitarán confesarse el próximo domingo.
Os deseo amor y solidaridad a todos.


1 comentario:

  1. ¡ que cojones tienes ! Leyendo se percibe toda tu energía, las ganas por compartir, me estás contagiando.
    Espero y deseo se contagie mas gente, casi toda la gente ...incluso los que se confiesan ( bueno esos es imposible). Gracias ANI

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