viernes, 3 de enero de 2014

SANTOS INOCENTES


Hace ya más de dos años que venimos asistiendo al espectáculo de Gobierno del Partido Popular.
Hasta la saciedad he repetido que respeto la ideología de cada cuál y que cada uno es muy libre de depositar en las urnas la papeleta que desee entre las muchas opciones y escasas alternativas. Sin embargo, hoy por hoy, no sólo me escandalizan las encuestas de intención de voto, sino que además, me entristecen sobre manera porque no entiendo nada de nada.
El bochorno de la más que probable financiación ilegal del Partido en el Gobierno o, simplemente, sospechosamente irregular, porque los delitos no parecen sacudir las altas instancias de poder sino únicamente al humilde e indefenso ciudadano de a pie; la más que presunta actuación irregular y fraudulenta de sus tesoreros desde su fundación, de la que por mucho que se empeñen en negar, no han sido ajenos ni sus sucesivos presidentes ni sus secretarios generales ni ninguno de los que, en las altas instancias del mismo, no sólo se repartían los puestos de mayor poder, sino los sobres para compensar tan ingrata y mal pagada tarea; la innumerable lista de casos abiertos por corrupción urbanística que pone en evidencia, más que palpable, el escaso sentido y sentimiento de servicio público que acompaña a un, más que considerable, elenco de políticos de ese partido, por mucho que ni sea el único ni en exclusiva se reserve el mérito de hacerlo en esta fauna constitucional en la que se han convertido nuestras instituciones; y a pesar de todo ello, nada parece haber calado en sus votantes.
Y me indigno.
No sólo por la farsa pre-electoral y post electoral de la que han hecho y hacen gala desde que se inició esta legislatura, fraude que promete prolongarse hasta el infinito y mucho más mientras sigan gobernado, a pesar de que no hayan sido sólo palabras que se ha llevado el viento sino que pueden constatarse fácilmente en horas y horas de grabaciones que reflejan, mucho más que errores o contradicciones, mentiras puras y duras.
No sólo porque hayan sumido a la mayoría de la población española en la pobreza y en la desprotección, con millones de familias sin ingresos; miles de desahuciados de sus hogares; cientos de miles de pensionistas empobrecidos repagando sus medicamentos; dependientes abandonados a su suerte; escuelas públicas esquilmadas en beneficio de las privadas y concertadas, sanidad medio vendida o medio regalada; servicios públicos entregados a la explotación de las grandes empresas con el consecuente, por más que lo disfracen, aumento de costes de los mismos, como comprobamos cada día con servicios que como el agua, el gas o la luz, las personas necesitan para subsistir con un mínimo de dignidad; subidas de impuestos en productos y suministros básicos, etc. etc; un empezar y no acabar, sin que la mayoría consiga ver la luz al final del túnel porque poca luz hay y con sus políticas cada día es más duro atravesarlo.
Y me exaspero.
Porque en el fondo, lo que más me preocupa de todo, es que frente a eso, frente a la traición a la ciudadanía que les votó con la esperanza de que velasen por sus intereses y la confianza en que cumplirían sus promesas electorales; frente al recorte no sólo de derechos básicos sino también de las más básicas libertades; frente a este gobierno de mayoría absoluta con el que la democracia ha pasado a estar sometida al poder absoluto del Partido Popular en el Parlamento; frente a la imposición sin diálogo, sin negociación y con absoluto desprecio al resto de los ciudadanos que depositaron su voto en las urnas confiando en un juego democrático que no ha pasado de resultar una farsa; frente al oportunismo para imponer medidas de carácter ideológico que nada tienen que ver con las necesidades sociales sino con otros intereses, incluidos los religiosos, machistas, discriminatorios y clasistas, que no llego a entender; aun muchos de ellos, sigan creyendo que merecen su confianza.
Y porque, a pesar de las muchas tropelías y errores cometidos; a pesar de la oposición de sectores tan importantes de la sociedad en asuntos tan fundamentales como la seguridad, la educación, la justicia, la sanidad; a pesar de la sombra de la duda de la corrupción sobre muchos de ellos; nadie debe dimitir ni tan siquiera ser sustituido (para cojones los míos), excepto los funcionarios que tienen a su cargo velar para que la Administración cumpla el papel social que la Constitución le otorgó y no se convierta en un mero instrumento del ejecutivo para esconder sus abusos de poder y servir a los intereses del partido en el Gobierno, sea este del signo que sea. Y a pesar de todo, las encuestas de intención de voto, les siguen otorgando la mayoría.
Para ser sincera, me queda la esperanza de dudar de si esto será verdad u otra burda mentira.
Me pareció curiosa la fecha elegida para las elecciones generales de 2011: el 20 de noviembre, onomástica de la muerte del dictador. Ahora, mirando hacia atrás y observando lo que han conseguido en estos dos años de gobierno, no me sorprende en absoluto, pues más pareciera un punto y seguido a aquel día de 1975 en que el todos pensamos que habíamos recuperado la soberanía y la dignidad ciudadana, que una etapa más de la democracia de la que ya empezábamos a creernos protagonistas.
Y por eso, no me sorprendería en absoluto que, para mayor escarnio, la próxima cita electoral, sea un día 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes.



12 comentarios:

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    1. Muchas gracias Luis, tu también lo eres. Mil gracias por estar ahí

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  2. ¡¡Bravo Ana!!! El tuyo es uno de los mejores artículos que he leído en meses. No solo porque suscribo punto por punto todo lo que dices, sino porque, además, la factura es perfecta, colocas las comas allá donde hay que colocarlas, usas el ;, que a mí tanto me gusta y que la mayoría parece ignorar que existe, es un texto fluido que se lee con la facilidad que aportan los buenos escritores. Sinceras felicitaciones, amiga.

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    1. Muchas gracias Luisa. Viniendo de ti, más que un halago, es un premio. Eres un cielo y te admiro porque eres una luchadora y una trabajadora incansable. Espero que pronto tengas lo que mereces, como periodista y como persona. Besitos amiga

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  3. Ah, y ¡por favor! quita ese encabezamiento del blog en el que dices que no eres nadie e insignificante ¡claro que eres alguien, carape! eres una mujer inteligente, culta y que escribe muy bien. Eres alguien importante, cáspita. Un besote

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    1. Muchas gracias de nuevo pero es una cuestión de coherencia. Así me siento en este inmenso planeta. Besitos

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  4. Me ha gustado mucho, felicidades.

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  5. Muy buena entrada. Desde luego es una continuación. No sé si es un punto y seguido o una simple coma en la que tomaron aire y continuaron con la misma frase.

    Un abrazo

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    1. Triste y cierto a la vez. Vivir para ver. Ver y no creer. Gracias Victor, como siempre

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  6. ¿Que decirte que no te hayan dicho ya? Gracias por regalarnos de nuevo tus escritos Ani.
    No nos hagas esperar tanto. Un beso. TQ Frana

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