Esta
entrada va especialmente dirigida a todos aquellos a los que esta
crisis está haciendo perder el norte o a quienes el nuevo lenguaje
neoliberal tiene tan confundidos que ya no saben ni distinguir entre
privilegios y derechos.
Privilegiada
es la nobleza de este país que sigue siendo propietaria y
terrateniente de grandes parcelas de nuestra sociedad y que con la
Monarquía a la cabeza no sólo ha conseguido eludir la Revolución
Francesa, sino que en el siglo XXI, sigue siendo cabeza visible en
este país.
Privilegio
es nacer con el título de Jefe del Estado Español debajo del brazo
por ser vos quien sois bondad infinita y privilegio es hacerlo a
pesar de ser el pequeño de los hermanos sólo por el hecho de ser
varón.
Privilegio
es estar casada con el sinvergüenza más grande de este país que no
tenía suficiente con la condición privilegiada que ostentaba, sino
que además utilizó sus influencias como miembro de la familia real
para enriquecerse y robar al pueblo español parte del dinero que
ahora le recortan en sanidad y educación; y todo ello con la
confianza en que jamás nadie se atrevería a investigarle y mucho
menos imputarle. Y privilegio es que ni siquiera la llamen a declarar
porque resulta que, para ella, conocer lo que hacía su marido en la
empresa de la que ostentaba un 50% de titularidad y ejercía incluso
un alto cargo, no es delito, mientras estamos hartos de ver como al
resto de las esposas que se han beneficiado de los delitos de sus
maridos, no sólo las han llamado como mínimo a declarar, sino que
además están imputadas; como la esposa del socio “Torres” sin
ir más lejos.
Privilegio
es codearse con toda la jet del mundo, reyes, grandes empresarios,
grandes fortunas, jeques -muchos de ellos incluso de países donde la
democracia brilla por su ausencia- y recibir regalos como barcos,
coches de altísima gama, grandes recepciones, cacerías, etc. etc.
(eso que se sepa). Privilegio es haber hecho gracias a todos esos
contactos una de las fortunas más grandes del mundo y haber
conseguido, mediante el capital, el poder que la monarquía
constitucional le negó, que no en vano padre e hijo van ahora con
los empresarios de la élite buscando otros mercados donde invertir.
Privilegio es solucionar la traición al pueblo español por haberse
ido de cacería a Bostwana -mientras decía no dormir pensando en el
paro juvenil y pedía sacrificio y austeridad a los españoles- con
un “lo siento, me he equivocado” y aquí paz y después gloria.
Privilegio
es que una vulgar periodista, encima divorciada -vaya ejemplo de
modelo de familia, como criticaría la rancia tradición católica-
se convierta en la reina de España sólo por el mérito de haber
conseguido engatusar al heredero de la Corona; parejita a la que
queramos o no -muchos, tal vez muchísimos que no votamos la
Constitución, no, pero como no nos van a preguntar- nos tendremos
que tragar como nuestros futuros Reyes privilegiados con sus hijas
privilegiadas a las que les cambiarán la Constitución a medida para que puedan heredar también ellas la Corona.
Modélica familia real ésta -sin entrar en escabrosos detalles por
si la justicia se fija en mí- a la que la propia cabeza de la
Iglesia Católica siempre tiene el detalle de recibir.
Privilegio
es pertenecer al Club Bilderberg -un club del que forman parte
algunas de las mayores fortunas y monarquías de este mundo y dónde
se dice que se deciden gran parte de las políticas que regirán el
orden mundial- y además no tener que dar explicaciones a nadie de lo
que en dichas reuniones se cuece ni de por qué ni para qué nuestra
reina y algunos de nuestros políticos acuden allí.
Privilegio
es que la Iglesia Católica sea dueña del mayor Patrimonio y de la
mayor fortuna que probablemente existe en el Planeta tierra y que
estén exentos de pagar impuestos en nuestro país porque le hacen
claramente el juego al partido político que nos gobierna con
auténtica desvergüenza, no sólo desde los medios de comunicación
sino desde las propias bases, iglesias y catequesis, en vez de
ponerse del lado de los más pobres y de los más necesitados -como según sus propias enseñanzas deberían hacer- al menos en estos
momentos tan duros que estamos viviendo, católicos y no. Y lo dejo
ahí por no meter más dedos en las llagas.
Privilegio
es que una persona que ha conseguido alzarse a lo más alto de la
élite futbolística -gracias a que los medios de manipulación han
conseguido que sean los dioses de millones de ciudadanos- gane en un
mes muchísimo más de lo que millones de pobres ciudadanos ganarán
sudando en toda su vida. ¡Y fijaros bien que he dicho en un mes!
Luego les lavan la imagen haciéndoles solidarios porque dedican una
miseria de sus fortunas o muchas veces, tan sólo unas horas de su
tiempo y su imagen en hacer obras de caridad. Es que tiene muchísimo
mérito dar patadas a un balón muchísimo más que el que tienen,
por ejemplo, los científicos que estudian terminar con el cáncer y
con otras durísimas enfermedades.
Privilegio
es que por haber hecho en tu vida algún disco que -con el debido
marketing y apoyo de los medios de manipulación- ha llegado a los
oídos de todo el país, te paguen el resto de tu vida suculentas
comisiones mientras al Ayuntamiento del pueblo (al pueblo mismo) le
sangran para que sus paisanos puedan bailarlas en la verbena de las
fiestas de agosto, para muchos su única diversión; y todo ello
porque es mucho más rentable para la sociedad crear canciones y
explotar esos mercados para zombis que producir productos para
exportar y consumir; y todo ello porque muchísimos ciudadanos les
rinden pleitesía, pagan sus conciertos y no les importa hacer horas
y horas de cola para verlos en directo como si no fueran seres de
este planeta cuando la realidad es que son personas como tu y como yo
pero con el suficiente dinero para acceder a los lugares dónde sólo
las élites pueden: los bullis, los hoteles de alto estanding, los
palcos de honor en todos los eventos, los sitios vip, sitios que la
mayoría de nosotros sabemos que existen, porque encima nos lo
enseñan, pero que difícilmente podremos nunca conocer. Yo,
personalmente, ni quiero.
El
mismo cuento de estos privilegiados se lo podéis aplicar a los
actores, a los presentadores de televisión, al resto de deportistas
de élite, a las modelos y a todos esos personajes de la farándula
que viven como dios a vuestra costa; a costa de vuestro seguimiento y
admiración. Personajes que construyen los medios de manipulación
para que os entretengan y distraigan mientras os roban el derecho a
estudiar, a vivir con dignidad e incluso, algún día también a
sobrevivir; porque moriréis en listas de espera para que os den
tratamientos básicos mientras ellos reciben tratamientos de estética
para haceros creer que son diferentes que vosotros, más guapos, más
perfectos, ídolos y con los que por supuesto nunca coincidiréis en
la seguridad social ni en las colas del INEM ni serán compañeros de
vuestros hijos en los colegios públicos.
Privilegio
es nacer en una familia que a lo largo de los años ha ido amasando
grandes fortunas a costa del sudor de los trabajadores y que ahora
pueden seguir haciéndolas más y más gordas especulando en los
mercados sin producir y sin arriesgar, única y exclusivamente
teniendo los contactos adecuados y moviendo su capital dónde más
beneficio les produzca sin importarles lo más mínimo si con ello
familias enteras de trabajadores se quedan sin un salario para poder
salir adelante; muchas veces sin ni siquiera una vivienda digna y
pensando cada día cómo poder llevar un plato caliente a sus hijos.
Y en este grupo me permito también introducir a los banqueros de los
que nada os voy a decir ya que no sepáis. Y privilegiados son los
hijos de todos ellos que tienen garantizado el éxito que compra el
dinero de sus padres.
Podría
seguir y seguir porque si empezáis a ver todo lo que la televisión
muestra y a lo que jamás habéis tenido ni tendréis acceso (grandes
mansiones, coches de lujo, deportivos, diamantes como puños, trajes
de miles de euros, bodas fastuosas, restaurantes de alto standing,
yates, aviones privados, cruceros de ensueño, etc. etc.),
entenderéis quienes son las élites y quienes son privilegiados en
este mundo.
Si
nuestra Constitución no fuese cada día más papel mojado y la
Declaración de Derechos Humanos y nuestros Organismos Nacionales e
Internacionales también, veríais claramente quienes son los que
ostentan derechos en este mundo de mierda que hemos construido. Única
y exclusivamente los que tienen montones de ceros en las cuentas
corrientes que se pueden además permitir el lujo de evadir a
paraísos fiscales sin contribuir a nuestras arcas públicas. Los que
no van a la cárcel porque sus bufetes de abogados son lo
suficientemente buenos como para encontrar en los recovecos de las
leyes los subterfugios para eludir que dichas leyes se cumplan de la
misma manera que las tenemos que cumplir tu o yo. Leyes que muchas,
muchísimas veces están hechas por esas mismas élites adineradas
para que nada termine siendo delito para ellos: ni la estafa, ni la
corrupción, ni la evasión de impuestos, ni la defraudación, ni
nada de nada. Anda ¡prueba tu a escatimarle un euro al erario
público!
Privilegio
es alzarte con un alto puesto en un partido político demostrando que
eres bueno en manipular, convencer y engañar a los votantes para
conseguir el mayor número de votos y con ellos el poder; tener
dinero o influencias para comprar, si hace falta, puestos de
responsabilidad en esos partidos; arrimarse al árbol que mejor
sombra te cobija para lograr que te metan en las listas electorales
aunque para ello tengas que dejar en casa la conciencia y la
dignidad; da lo mismo por qué ciudad, Comunidad Autónoma o
Municipio con tal de pillar un asiento. Luego lo disfrazan de
vocación de servicio al país mientras les aporta suculentas cifras
y privilegios presentes y futuros. Privilegiados son todos los que,
además, consiguen siempre ponerse de acuerdo para turnarse y
apoyarse cuando se trata de mantener sus estatus.
Qué algunos llevarán más años allí que yo trabajando y ya llevo 27, es un hecho. Y algunos habrá buenos, que no digo yo que no, pero ya me gustaría a mi saber dónde están ahora. De ahí a puestos políticos en la Administración, - ahora quitate tu que me pongo yo, pero no te preocupes que te busco un puesto mochilero- asesorías en empresas públicas o privatizadas, Bancos, etc. etc., un paso. Y para enchufar a familiares y amiguitos del alma, otro. Que no somos tontos ni nos chupamos el dedo, aunque lo parezca. Pero claro, la ruina de la Administración es culpa de los funcionarios, ¡zánganos chupópteros!. Tendremos que venderles lo público (lo del pueblo, propiedad de todos los ciudadanos) a nuestros amigos para que este país empiece a funcionar y el país se beneficie (como con Telefónica, como con Iberdrola, Repsol, etc.). Ahora pretenden vender la sanidad que tanto nos ha costado construir y que tanto necesitamos, entre otros muchos, patrimonio nuestro.
Qué algunos llevarán más años allí que yo trabajando y ya llevo 27, es un hecho. Y algunos habrá buenos, que no digo yo que no, pero ya me gustaría a mi saber dónde están ahora. De ahí a puestos políticos en la Administración, - ahora quitate tu que me pongo yo, pero no te preocupes que te busco un puesto mochilero- asesorías en empresas públicas o privatizadas, Bancos, etc. etc., un paso. Y para enchufar a familiares y amiguitos del alma, otro. Que no somos tontos ni nos chupamos el dedo, aunque lo parezca. Pero claro, la ruina de la Administración es culpa de los funcionarios, ¡zánganos chupópteros!. Tendremos que venderles lo público (lo del pueblo, propiedad de todos los ciudadanos) a nuestros amigos para que este país empiece a funcionar y el país se beneficie (como con Telefónica, como con Iberdrola, Repsol, etc.). Ahora pretenden vender la sanidad que tanto nos ha costado construir y que tanto necesitamos, entre otros muchos, patrimonio nuestro.
Privilegio
es tener súbditos -en vez de ciudadanos- que no se te tiran a
degüello cuando incumples radicalmente tu programa electoral y que
además se tragan la corrupción, la financiación ilegal, el
despilfarro, la mala gestión, etc. etc. y que de premio te vuelven a
votar porque les has conseguido convencer de que en esto consiste la
democracia y que esto está pasando porque los pobres ciudadanos que
te han elegido para que les sacases del atolladero, han vivido por
encima de sus posibilidades y que ¡claro!, has estado ocho años
haciendo oposición solamente para gobernar tú porque, en realidad, no
tenías ni idea de la herencia que ibas a recibir. Ah¡¡¡ y si tus
electores, o los que no te querían ni ver porque sabían de que
ibas, protestan, tu y tus delegados de Gobierno tenéis entrenados –
y fácil que muy bien pagados- a un batallón de perros
antidisturbios, mercenarios, que poco o nada tienen que ver con el
general de nuestra Policía Nacional.
A
ver si vamos despertando y nos vamos convenciendo de que GANARSE EL
PAN E INTENTAR SOBREVIVIR EN ESTE MUNDO DE INJUSTICIA Y DESIGUALDAD,
NO ES UN PRIVILEGIO, ES UN DERECHO. Que los privilegiados, ni ahora
ni nunca, son ni han sido los que hoy en día tienen la suerte de
tener un puesto de trabajo (con toda probabilidad miserablemente
pagados y explotados) ni los q en su día se sacrificaron y
estudiaron para aprobar una oposición (y que en su grandísima
mayoría también cobran sueldos bastante miserables).
Ahí
debemos estar todos nosotros: trabajadores; funcionarios; los parados
que un día fueron trabajadores y los que aun no han podido ni
empezar a sustentarse por ellos mismos; los pensionistas, que se
dejaron la vida trabajando para tener una vejez digna y levantaron
este país antes de que fuese Europa; los dependientes que necesitan
una asistencia que sus familias arruinadas no les pueden pagar; las
pymes y los autónomos, a los que hunden a impuestos y burocracia y a
los que les niegan ayudas mientras ven como amnistían a los grandes
defraudadores y rescatan a los bancos que nos han hundido a todos,
etc. En resumen, todos los que tenemos que hacer cuentas para llegar
a fin de mes y que somos los parias de esta sociedad.
Y
todos tenemos que luchar unidos para terminar con este sistema en el
que los grandes capitales y los grandes capitalistas, con la mayoría
política a su servicio, nos está arrastrando a la miseria desde sus
cuentas corrientes de montones de ceros. Tenemos que salir a las
calles a demostrarles que no somos cifras; que somos personas y que
tenemos caras, familias y vidas y que tenemos tanto derecho a
sobrevivir en este país como el que ellos creen tener mientras nos
hunden con sus trajes y corbatas. Porque entre todos ellos, y no son
demasiados, se han ido llevando el dinero de nuestro trabajo y el del
trabajo de nuestros progenitores; de muchos, muchísimos años de
sacrificio. Y pretenden ademas dejar a nuestros hijos sin futuro
mientras ponen alfombras al futuro que pueden comprar para los suyos.
Mientras
aquí cada uno se dedique a salvar su puto culo y a meter el dedo en
el ojo al desgraciado de al lado porque es un poco menos desgraciado
que él, la batalla la tienen ganada.
Utilizan
el divide y vencerás y les va de miedo. Y no sólo han conseguido
dividirnos sino que además quieren engañarnos uniéndonos bajo una
bandera, una nacionalidad y un sentimiento con algo tan absurdo y
mezquino como la élite futbolística y deportiva en general.
Si
somos españoles o no, me importa un rábano. Somos personas y
tenemos que luchar unidas por nuestros derechos y por nuestra
supervivencia porque esto no es un partido de fútbol ni es un juego.
Es una batalla en la que o vencen ellos o vencemos nosotros.
Y la guerra está dejando demasiadas víctimas en nuestro bando. Tú eliges en que bando estás. Yo lo tengo claro.
Y la guerra está dejando demasiadas víctimas en nuestro bando. Tú eliges en que bando estás. Yo lo tengo claro.
Luego de decirte que estoy de acuerdo contigo, te voy a hacer una pequeña rectificación: Iberdrola nació de la fusión de Hidroeléctrica -creo- e Iberduero. Ignoro si la primera era una empresa pública pero Iberduero era privada. Quizás te estés confundiendo con Endesa que ésa sí era pública.
ResponderEliminarComo posdata, te dejo un enlace con mi último artículo por si te interesa pues, mutatis mutandis, va por los mismos derroteros.
Saludos.
http://lacomunidad.elpais.com/rafaelfiglesias/2012/7/13/el-enemigo-los-trabajadores-es-1-
Seguro q me habré equivocado en algo. Mi formación no es demasiado amplia pero seguro q son varias las empresas. Endesa, por ejem. O telefónica. Me refiero a empresas con servicios básicos para los ciudadanos q les sirven luego de acomodo. Gracias por leerme y por tu comentario te leo
Eliminareste sistema solo tiene una salida; lo tienen montado de manera que la mayoria cree:TENDRA QUE SER ASI, solo se puede desmontar con una revolucion,es triste, pero solo veo esa salida mientras controlen los medios de manipulacion y les salga redondo el divide y venceras,no se lo hasta cuando soportaremos cabizbajos la bota en nuestros cuellos, se estan riendo de nosotros,malditos bastardos.
ResponderEliminarANI, particularmente pienso que todo lo que narras, es la cruda realidad del país. Dando por descontado que muchos millones de personas no se identificarían con tu reflexión y no me refiero únicamente al personal "adinerado", no no, incluyo también a clases humildes que tienen el coco comido y roído por los ratones de los poderes fácticos, me consuela pensar que haya mucha mas gente como tu, que esté harta de tanto MAMONEO. Me acabas de regalar unos momentos de sentimiento de lucha. Gracias.
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